Recibiendo Los Arcángeles En Tu Hogar

En El Libro de Urantia describen a los arcángeles de esta forma:

37:3.1 (408.4) Los arcángeles son la progenie del Hijo Creador y el Espíritu Materno del Universo. Son el tipo más elevado de seres de espíritu que se produce en grandes cantidades en un universo local, y en el momento del último registro, había en Nebadon casi ochocientos mil.

37:3.2 (408.5) Los Arcángeles son uno de los pocos grupos de personalidades del universo local, que no están normalmente bajo la jurisdicción de Gabriel. No se involucran de ninguna manera en la administración rutinaria del universo, estando dedicados a la tarea de la supervivencia de las criaturas y la promoción de la carrera ascendente de los mortales del tiempo y el espacio. Aunque no están ordinariamente sujetos a la dirección de la Brillante Estrella Matutina, los arcángeles a veces actúan bajo su autoridad.

Si quieres aprender más sobre los arcángeles te sugiero el estudio del capítulo 3 del Documento 37 de El Libro de Urantia que lo puedes encontrar aquí.

Un punto importante aquí es que los arcángeles están casi exclusivamente dedicados a ayudarnos a nosotros a divinizar nuestro ser, de modo que logremos la vida espiritual, que en el ser humano es solo una capacidad en potencia.

Mi experiencia personal con los arcángeles ha sido algo maravilloso. Me acompañan, me ayudan, me enseñan, me hablan, se dejan ver de mí, acuden a mi llamado absolutamente todas las veces, sin una sola excepción.

Antes de conocer el Libro de Urantia, el cual recomiendo a todo el que esté interesado en entender nuestro papel en la creación, comencé a comunicarme con el Arcángel Miguel con alguna frecuencia, y un día me dijo que yo era su hijo.

Esto me sorprendió tanto que corté la comunicación. Llegué a la conclusión de que algo se había filtrado y que yo estaba creando el diálogo en lugar de recibirlo.

En la siguiente vez que tuve un encuentro con Miguel, de nuevo me dijo que yo pertenecía a la Legión de Miguel porque yo era su hijo.

Esta vez no corté la comunicación, pero me preocupé por la calidad del canal que estaba estableciendo para la comunicación.

A los pocos días mi esposa me pidió que le formulara una petición al Arcángel Miguel y en cuanto miré hacia el mundo espiritual, sin todavía haber invocado la presencia del arcángel Miguel, ahí estaba él en su aspecto imponente, con ese azul intenso casi índigo, pero que en realidad es más el tono de azul que llaman Baya. Él se encontraba con una rodilla en el suelo para acercarse un poco a nosotros (Miguel es absolutamente enorme) mirando a mi esposa con un inmenso amor y en cuanto lo miré me pidió que le comunicara un mensaje a mi esposa, el cual comenzó con estas palabras:

“Hija mía, amada de mi ser…”

Cuando años más tarde llegó a mis manos el Libro de Urantia, me devoré los capítulos que hablaban de los ángeles y de los arcángeles y me sorprendió y alegró al mismo tiempo descubrir que todos los seres humanos somos creación directa del arcángel Miguel. Somos sus hijos.

En realidad, Miguel no es un arcángel, está muy por encima de ellos, él es un Hijo Creador.

Los arcángeles tienen especialidades, las cuales han desarrollado a niveles que superan cualquier intento de raciocinio. Disfrutan inmensamente cultivando sus dones específicos y poniéndolos en práctica.

Igualmente disfrutan activando dentro de nosotros esas mismas habilidades, hasta donde nuestra limitada evolución lo permite.

Cuando se les pide ayuda, tú no sabes si estás entrando en contacto con el arcángel en forma directa o a través de uno de sus ángeles o arcángeles discípulos del arcángel específico que estás llamando.

Esto me lo reveló Miguel en una de sus visitas. Me dijo más o menos esto:

“En este momento estás hablando conmigo, compartiendo conmigo, pero el que está frente a ti no soy directamente yo, sino uno de mis arcángeles discípulos, sin embargo, solo elijo para esta labor a ángeles y arcángeles que dominan completamente la energía de la legión de Miguel, al punto de ser una encarnación perfecta de mi ser. Entonces, lo que me dices está siendo registrado por mi mente y permanece en mi memoria, exactamente como si fuese yo mismo quien hubiese estado frente a ti en este momento, y la ayuda que recibes es exactamente la misma que recibirías si fuese yo quien estuviese allí contigo en este momento.”

Esto, en lugar de ser desalentador, debería alegrarnos, porque sabemos que sin importar cuántas personas estén pidiendo ayuda en el mismo momento, todas están recibiendo la ayuda en forma personal desde el Ser del arcángel que está siendo invocado.

Una característica especial de los ángeles y arcángeles es que pueden desacatar la autoridad Divina y rebelarse. Esto nos debe poner en alerta cuando nos comunicamos con ellos.

La solución es simple pero eficiente, cuando invoques a un ángel o arcángel específico, investiga primero con respecto a su trayectoria de servicio a la humanidad. Cuando estés orando o meditando, siempre agrega órdenes o comandos limitadores que solo permitan la presencia o acercamiento de seres de luz en armonía con la voluntad Divina.